Bienvenidos a ‘Con diez cuentos por banda’
Este blog pretende ser un espacio dedicado a la literatura infantil, un espacio donde compartir ideas, opiniones, experiencias y sobre todo donde disfrutar de la literatura especialmente de la dedicada a los más pequeños.
Pero antes de continuar debemos conocer el Decálogo, publicado por la ASOCIACIÓN COLOMBIANA DEL LIBRO INFANTIL, que recoge los derechos de los niños a escuchar cuentos.
1) Todo niño, sin distinción de raza, idioma o religión, tiene derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.
2) Todo niño tiene pleno derecho a exigir que sus padres le cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niño, no sólo incurren en un grave delito de omisión culposa sino que se están autocondenando a que sus hijos jamás les vuelvan a pedir otro cuento.
3) Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos.
4) Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las rodillas de sus abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que por diversas razones no tengan abuelos que se los cuenten. Del mismo modo, aquellos abuelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil donde, con entera libertad, podrán contar cuantos cuentos quieran.
5) Todo niño está en el derecho de saber quiénes son José Martí y Andersen, entre otros. Las personas adultas están en la obligación de poner al alcance de los niños todos los libros, cuentos y poesías de estos autores.
6) Todo niño goza a plenitud del derecho de conocer fábulas, los mitos y leyendas de la tradición oral de su país.
7) El niño también tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como a modificar los ya existentes, creando su propia versión.
8) El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos, propio o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que éstos sean hermosos e interesantes.
9) Él siempre tiene derecho a pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.
10) Todo niño, por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras de Tío Grande y Tío Conejo, de aquel caballo que era bonito, y del inmortal Había una vez…, palabra mágica que abre las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.